Era una de sus inservibles,
pero bellas, alas de madera.
La reconoció.
Hó había hecho muchas después de esa
y su técnica había mejorado,
pero aún así, tenía algo especial.
Algo reconocible.
En ese trozo de madera, había algo de él,
de sus deseos, de sus preguntas.
¿Tenía sentido hacer alas de madera,
que no sirven para volar?
Aunque no tuviera lógica aparente,
sentía que para él era importante.
Buscó su cuchillo y comenzó a repasar detalles
y a suavizar formas.
Volvió esa cadencia de cortes.
La forma se suavizaba poco a poco.