Una línea delgada

Una línea delgada, más aún, fina, extremadamente fina. Agua negra sobre papel blanco. Una cuchilla se desliza dejando un rastro, una huella de su paso. La belleza del blanco atravesado por una curva tan infinita como invisible que sin embargo acapara toda la atención. Es valiente, osada. La cuchilla se traba por la rugosidad del papel y la presión ejercida sobre ella. El agua negra explota. Un error. La casualidad. Algo bello.