Mejor doce bien que catorce mal


Mejor doce bien que catorce mal. Ayer me lié con una doble página(como suena esto). Me gusta hacer las páginas o visualizarlas de dos en dos, ya que cuando pasas una página, aunque no nos guste ves las dos siguientes y aunque el lector pone de su parte y va focalizando su atención en las viñetas por orden de lectura, lo que ve es una doble página.
Me había decidido por trabajar dos de las primeras páginas de la historia. Constan de un dibujo que abarca las dos y dos viñetas en la segunda página. En ella aparecen personas de la calle, que no tienen ninguna relevancia en la historia, pero que acompañan las meditaciones del protagonista.
Hice dos veces cada dibujo, pero al montarlos, para visualizar como funcionaban juntos, no me convencían. Hoy no sabía si empezar con otra página nueva o darle otra vuelta. Creo que habría sido un error seguir adelante con páginas nuevas, porque estas páginas me decían que había un problema y no podía darle la espalda ya que ese mismo problema se iba a repetir en páginas siguientes. Lo que pasaba es que me quedaban muy «sucias». No se entendía nada, todos los personajes de la escena tenían la misma presencia. No se sabía a dónde mirar. Al final me he decidido por darles menos presencia a los secundarios, indicándole al lector dónde está lo importante. Me permite además jugar con manchas muy bonitas que sin estar definidas, se entienden en su contexto.

2 Comments

  1. Henry S. el 18/04/2009 a las 10:41 pm

    Brillante conclusión



  2. illot el 19/04/2009 a las 6:08 pm

    No sé si es acertada, porque también esta bin que cada uno mire lo que quiera,…pero bueno, allá vamos…
    Gracias H.!!