La pose

La pose

Elegir una representación realista de una pose, es una elección de forma, no de contenido. Como representación formal, puede tener ventajas, pero sin duda tiene limitaciones, por ejemplo en la expresividad o en la adaptación par una mejor comprensión de una acción. Hay acciones, que al representarlas de forma realista no se entienda bien su acción. La comunicación, encontrando un equilibrio entre la forma y la información, puede resolver esas representaciones.

El movimiento. La figura humana ofrece información relativa al aspecto físico del personaje, pero para añadir información sobre la acción que queremos representar, es necesario el movimiento. Este marcará la intención, dará vida al personaje. Le aportará una acción, una intención, un estado de ánimo, una reacción. El movimiento puede ser expresivo o sutil. Cuanto más lo definamos más clara quedará la información. Así, aunque no sean realistas los movimientos, tienen que ser explicativos, sin dejar duda sobre la información. Hay que dibujar personajes como si fueran mimos. Movimientos exagerados y bellos, como una bailarina. Además estos movimientos compondrán una nueva forma reconocible como personaje, con nuevas características que hacen que la posición en el espacio también se deba estudiar para potenciar esas intenciones, esa sensación que quiere provocar la información. Se crearán curvas y direcciones que habrá que tener en cuenta a la hora de componer la imagen.