LOS DRAGONES NO VUELAN Siempre he querido ser un dragón. Hacer proezas inimaginables. Ser poderoso. y lo he intentado de todas las formas que se me han ocurrido. En todas he fracasado. Jamás he conseguido volar. Y ya no quiero intentarlo más. Los dragones no vuelan. Es verdad que en ocasiones pueden hacer grandes proezas. Pero si las hacen, no es volando. Es con los pies en el suelo. Riendo, amando, sufriendo y llorando. Pero en todo este camino, he descubierto una cosa de mí. Me gusta construir alas. No es por volar, que sé que no puedo. Es que hacer alas, me hace volar. Y al verlas terminadas, me siento poderoso como un dragón. Gracias por venir. © illot 2020